miércoles, 7 de noviembre de 2007

Ingenieros de primera

Esta semana se celebra en Madrid la feria de informática SIMO que es normalmente escaparate de los nuevos productos y tecnologías que van a ser lanzados al mercado. Normalmente la cobertura mediática de este evento es ver en telediarios los nuevos gadgets, portatiles y cacharros que la industria quiere ofrecernos para facilitar el acceso a la información.

En esta edición curiosamente se han encontrado con la sorpresa de una concentración de los titulados universitarios en la materia que exigen una regulación del mercado. Ya se que estos temas suelen asociarse a "cotas de poder", poner "limites a la actuación profesional", definir "capacidades y competencias", que en general son temas muy impopulares.

Por otro lado, nuestro mundo ha basado su avance en la mejora y calidad de actividades y procesos. En el siglo II seguramente no había arquitectos titulados para hacer construcciones y no se caían, tampoco se había formalizado los estudios para el ejercicio de la medicida y se curaba a la gente, etc.

Definir capacidades y competencias es simplemente indicar qué requisitos mínimos debe tener todo profesional que se enfrente en el día a día a una problemática para garantizar el éxito de su tarea.
¿Nos libra eso del fallo humano? Claro que no. En todos los gremios y disciplinas se comenten errores pero al menos, existe la posibilidad de depurar responsabilidades. Si se puede definir quién es el autor o contibuidor en la negligencia cometida. Y eso, aporta seguridad al sector o gremio que se regula.

¿Por qué? Creo que por varios motivos:
- Disuade al ignorante y atrevido a hacer cosas por las que luego tendrá que asumir responsabilidades en caso de problemas.
- Garantiza una formación mínima de la mano de obra que realiza los trabajos.
- Delimita tareas y responsabilidades que luego pueden ser investigadas para buscar culpables.
En general, profesionaliza el ejercicio de una actividad y el desarrollo de unas competencias.

¿Qué problema hay con la regularización de la "Informática"? Pues creo que el principal es que la palabra es muy grande y dentro de ella hay demasiadas actividades y tareas. En las titulaciones informáticas evidentemente no se abarcan todas las áreas de conocimiento relacionadas con la Informática, pero si todos pasamos por unas asignaturas horizontales que son los auténticos cimientos de la construcción de hardware y software, así como de su gestión e implantación. Pero esto es algo común ya que pasa lo mismo con el gremio médico, la carrera da unos cimientos y la especialización capacita para el ejercicio.

Yo soy ingeniero en informática y me he especializado en seguridad de la información ¿Es esta la única titulación con la que se puede realizar este tipo de actividad? Pues quizás no del todo, porque dentro de este área caben muchos perfiles y visiones que contribuyen al avance en general de la materia pero si que es una de las que sale de "fabrica" más capacitada porque utilizo los conocimientos adquiridos en varias de las ramas de la informática que estudié aunque he tenido que ir complementando para especializarme en esta materia concreta. Lo que si tengo claro es que hay otras áreas de la informática en donde sólo deberían ejercer ingenieros e ingenieros técnicos en informática. Ello nos lleva a un antiguo debate respecto a si se debe limitar o no el ejercicio libre de profesiones, pero igual que creo que podría construir una casa que no se me caería, se que en la vida real esto sería imposible sin pasar por todo el proceso burocrático pertinente en donde al final, necesitaría contar con el visto bueno del gremio de la arquitectura para tener la certeza de que no se caerá a pesar de mi convencimiento.

Quizás a la informática se la juzga por sus resultados y eso es lo que más daño le hace. En la carrera todos estudiamos algoritmos y veíamos que un problema tiene muchas soluciones, pero siempre hay una que es la óptima, la que menos recursos y tiempo consume y cuyo orden del algoritmo presenta el mejor valor. Sin embargo en el día a día ¿Quién valora un programa por su eficiencia? Como no se mide el tiempo que se está perdiendo en ciclos de computación inútiles, no se puede cuantificar la pasta que se pierde.

Lo contrario sin embargo si que vende. El mercado quiere soluciones eficaces y rápidas. Creo que solo hay que pensar en Google para imaginarnos lo que supone un buen algoritmo y el negocio que ello genera. Y todo ello porque contaban con los conocimientos adecuados de dos disciplinas intimamente relacionadas, las matemáticas y las matemáticas aplicadas a la información y tecnología, también llamada "informática". Por reseñar las titulaciones de los creadores de Google, tenemos:

Larry Page
Hijo del profesor de Informática de la Universidad Estatal de Michigan, el doctor Carl Victor Page, la pasión de Page por los equipos informáticos empezó a los seis años. Siguiendo los pasos académicos de su padre, Page se graduó con honores por la Universidad de Michigan, donde obtuvo una licenciatura en ingeniería, en la especialidad de ingeniería informática.

Sergey Brin
Originario de Moscú, se licenció con honores en matemáticas y en informática por la Universidad de Maryland en College Park. Actualmente se ha tomado un descanso del doctorado en Informática de la Universidad de Stanford, en la que obtuvo un máster.

Por tanto, hay que empezar a ver la informática con otra perspectiva o esta sociedad de la información que ha nacido con cimientos de barro se nos vendrá encima. Vamos a empezar a hacer las cosas bien en todas las etapas:
- Construcción del hardware con procedimientos de desarrollo industrial y certificaciones de producto.
- Construcción de software siguiendo metodologías de desarrollo y de madurez.
- Implantación de sistemas con descripción de proyecto y visado del mismo.

Una cadena de actividades destinada a proporcionar confianza y garantías de que lo que se ha montado no funcionará "casi por azar" sino porque se tiene la certeza y evidencias de que todo está correcto y nada fallará.

Por eso, desde este blog quiero unirme a la iniciativa de Ingenieros de primera y dar el apoyo simbólico que supone dedicarle un post.

2 comentarios:

Javier Cao Avellaneda dijo...

Un compañero del Colegio de Ingenieros de Informática de Murcia ha publicado también un excelente artículo de opinión en un periódico. La realidad informática en España se titula http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1814_74_575176__CartasalDirector-realidad-informatica.
Creo que refleja directamente la situación de nuestra profesión a día de hoy.

Anónimo dijo...

No en todos los problemas existe una solución demostrada como la óptima, sólo en algunos se ha demostrado la cota inferior como en ordenación; pero lo que no hay es en recursos, y menos hay óptimos en los dos ámbitos. No te engañes.

Si leyeras y supieras un poco más de la profesión, te darías cuenta que en realidad los fundadores de Google no eran ingenieros como tú los conoces en España, ellos son Computer Scientists y su formación en matemáticas es muy superior a cualquier ingenierillo. Además su algoritmo de mejora de resultados era parte de su tesis doctoral.

El mundo va a avanzar muy lento si tenemos que esperar la firma de un ingenierillo para que se pueda utilizar la implementación de un algoritmo genético de Timetabling para optimizar el aprovechamiento de espacios y recursos académicos en todas las escuelas del país, por decir algo. O una firmilla para implantar Linux en todos los centros de cómputo del país, porque si hay un fallo grave nadie se va a aventar el paquete de tomar la responsabilidad. ¿Y el fallo en un RDBMS libre que cause una muerte en un hospital?

El problema es que el software no es algo físico que pueda pasar pruebas de calidad física, como normalmente se hace en otras áreas. A lo más que se puede aspirar es a un periodo de pruebas con beta testers, pruebas unitarias y pruebas de integración, pero ni mil ISO van a lograr garantizar que un software está tan libre de fallos como se puede garantizar que una construcción va a aguantar hasta tanto peso durante tantos años. No podemos comprar castillos de priedra con castillos en el aire.

 
;