jueves, 4 de marzo de 2010

Luz sobre la problemática de la propiedad intelectual

Hoy Carlos Sánchez Almeida nos deleita con un extenso post sobre la problemática de la propiedad intelectual y el mal intento de regular Internet que se quiere hacer a través de la Ley Sinde. El artículo que titula ¿Libertad o propiedad? Antorchas en la biblioteca y es todo un repaso a los acontecimientos y una visión completa de la profundidad del problema.

Este es un tema sobre el que no tengo todavía una posición definida y del que me cuesta pronunciarme aunque para evitar problemas si que he hecho que este blog no tenga publicidad ni ningún otro tipo de mecanismo de lucro.

Sin embargo, el verdadero problema con la propiedad intelectual es realmente su compleja protección, la seguridad de esa información. Desde la perspectiva técnica tradicional, siempre nos posicionamos en el supuesto de tener un bien que proteger y una amenazas sobre las que protegerlo. Sin embargo, en la problemática de la propiedad intelectual no podemos considerar que hay amenazas, hay abusos del uso. No existe realmente nada que dañe a la información (precisamente porque interesa que esté correcta y completa).

Lo que realmente ocurre es que el elemento a proteger viene limitado a un soporte o un tipo de uso y es el consumidor (legítimo o ilegítimo) el que decide que quiere guardarla en otro medio, formato o soporte.

La protección así planteada es realmente casi una entelequia. Es complejo proteger una información en soporte digital que tiene que estar autorizada para el usuario legítimo y protegida frente a los demás con la premisa de que cualquiera es un usuario legítimo. Además, es difícil proteger algo que puede ser reproducido por el usuario legítimo y que puede decidir grabar en ese momento a otro soporte. Por tanto, la protección es un problema de difícil solución cuando es el usuario el que decide no ser la medida de seguridad y todas las premisas de protección se basan en su comportamiento legítimo. Es quizás por ello que la legislación siempre ha contemplado el derecho de copia. Puede que fueran conscientes en su momento que no tenía sentido prohibir lo imposible de evitar.

Imaginemos que las tecnologías DMR hubieran funcionado. La manera de piratear los contenidos habrían sido buscando unos equipos de muy alta calidad para grabar la información que sale en la reproducción legítima que realizaría un usuario legítimo.


Es realmente lo que ocurre hoy en día con el cine. Un cliente que asiste a una exhibición pagada decide recoger esa información para conservarla en otro soporte o formato. La piratería ataca desde la existencia de la información en cualquiera de las partes de la cadena que tienen acceso a esos datos o a su distribución. Es sorprenderte ver cómo muchas de las películas piratas que circulan tienen la marca de agua de la distribuidora donde avisa que esa película es material para su valoración por parte de los críticos de cine o gente del gremio de la distribución. Ciertamente la industria no está realmente examinando en dónde se producen las fugas porque un alto porcentaje se encuentra dentro, cuando el film se está cociendo o cuando se empieza a dar a conocer supuestamente entre los circulos que "aman" al cine. Es muy típico en seguridad de la información pensar que el enemigo esta fuera, pero la realidad demuestra que suele estar dentro y suele ser necesario cierto acceso privilegiado para poder hacer ciertas cosas.

La legislación quiere controlar al agua metiéndola en una jaula sin entender que lo que hoy prohibe es sólo un pequeño obstáculo que será superado pronto.


Quien quiere hacer daño siempre busca medios alternativos cuando las medidas de seguridad mejoran. Si se prohiben las Webs de enlaces, existirá un medio alternativo de localizar los contenidos.

Creo personalmente que la raíz del problema tiene que atacar dos frentes:
- Gestionar mejor toda la cadena de custodia desde los inicios hasta las salas de distribución, lo cual es complejo y poco viable dada la extensión de los puntos a controlar.
- Luchar contra los repositorios donde se almacenan los ficheros que se descargan en las redes P2P, lo que también es complejo dada la no existencia de un marco legal internacional coherente en temas de propiedad intelectual.

Por tanto, feo panorama hay para quién confíe que la Ley Sinde es la solución a su problema dado que no conoce la Red. Y el siguiente movimiento del mundo de la piratería puede ser volver al P2M. ¿Qué pretenderá entonces la siguiente "legislación sinde", acceder de manera preventiva a tu buzón de correo por si tienes contenidos "delictivos"? ¿Cobrar un canon por correo electrónico?. El agua no puede ser retenida en una jaula.


Por tanto, parece que solo queda la otra alternativa. El cambio de modelo de negocio, pero es la propia industria la que lucha contra este cambio forzado. Quizás en el siglo XXI tenga sentido poder disfrutar del estreno de una peli en el sofá de tu casa previo pago de un módico precio, aun a costa de sacrificar así los ingresos por espectador y conformarse en ingresos por domicilio donde se visiona la película. Aun así habrá quien ponga a grabar la peli para pasarla a sus conocidos, será inevitable.

Es dificil ganar una batalla sin conocer ni al enemigo ni el terreno de la lucha. Yo diría que imposible. La protección de la propiedad intelectual es como un dibujo de Maurits Cornelis Escher, podemos empezar a mirarlo pero es complejo realmente llegar a verlo completamente.

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