La noticia que ha saltado a primera plana tiene que ver con una investigación que la Brigada de Investigaciones Tecnológicas de la Policía (BIT) a realizado a petición de los diferentes correos enviados por los ciudadanos y que han sido las remitidas a la Fiscalía General del Estado. Los agentes cibernautas han registrado hasta 150 páginas que a su vez son puerta a otras y así se calcula que puede haber unas 400 páginas web al alcance de cualquiera que hable castellano. Todas alentando, con instrucciones concretas, a quienes padecen anorexia y bulimia
En la entrevista se notaba cierto tono de impotencia, por parte de los dos miembros de la BIT dado que a día de hoy, estos contenidos no son delictivos y por tanto, pocas actuaciones pueden emprender. Investigando el tema por encima, he podido encontrar para mi alegría, otra noticia de la Sexta donde se comenta otro éxito de una iniciativa ciudadana por hacer "Google Bombing" contra este tipo de paginas. La incitativa denominada "Posiciona contra la anorexia" también ha tenido cierta cobertura mediática como se puede ver en Engaña a la anorexia - laSexta|Noticias.
Sin embargo y tratando de ser positivo, creo que se puede entresacar alguna conclusión.
1.- Todos los ojos cuentan a la hora de identificar los sitios contaminados y las denuncias de los ciudadanos a través de correo electrónico han iniciado una investigación que va a acabar como un informe a la Fiscalía General del Estado.
2.- Ante este tipo de contenidos, las estretegias basadas en "net war" o "guerras de red" parece que funcionan. Como dice la Wikipedia, "la guerra red, traducción de netwar, es un modo de conflicto social que involucra a sus protagonistas en el uso de formas de organización y doctrinas más relacionadas con el empleo de tecnología punta surgida durante la llamada era de la información que de estrategias militares tradicionales, al tiempo que sugiere una conformación de pequeños grupos dispersados que se comunican y coordinan sin un orden central que signifique la supeditación a estructuras jerárquicas específicas."
He estado dándole vueltas a la cuestión y aunque es una idea que acabo de "engendrar" y que tendría que darle alguna vuelta más, se me ha ocurrido una estrategia para combatir éste y otros problemas relacionados con "la contaminación de contenidos". A ver si puedo ser claro en exponer la filosofía basada en la colaboración y en el voluntariado internauta.
Sería un ejercito compuesto por dos lineas de ataque:
- Por un lado, estarían los "exploradores" cuya misión principal sería localizar "Webs" perniciosas (con contenidos nocivos por alentar o hacer apología de cualquier delito o fomentar los daños contra la salud). Estas direcciones deberían enviarse a un "contenedor común" donde pasaran a ser "evaluadas". La filosofía de trabajo sería algo similar a lo que se ha hecho ya con las Webs de phishing como la barra de Netcraft pero para que luego estas urls sean cualificadas, por parte de personas "identificadas" y "acreditadas" que estos contenidos son nocivos.
- En la segunda línea, estarían los "calificadores" que accederían a la información del contenedor y tratarían de clasificar estos contenidos nocivos en base a unos sencillos tags que identificaran claramente el tipo de contenido nocivo. Podría ser algo como "fomento anorexia", "xenofobia", "homofobia", "violencia de género", etc...
Estos calificadores deberían generar otro "fichero final calificado" que pudiera ser utilizado por motores de búsqueda para etiquetar las urls denunciadas, de manera que se evitara la aparición de estas urls en los primeros resultados de los buscadores cuando la búsqueda pudiera ser genérica y pudiera corresponder a menores que tratan de localizar este tipo de contenidos nocivos.
No sería tanto censurar sino marginar y el criterio de calificación no sería un examen mecánico sino humano. Este "fichero final calificado" sería de acceso gratuito y libre para todos los motores de búsqueda que lo quisieran usar.
El resultado final al navegante debería ser una consulta etiquetada similar a la que proporciona Scandoo donde antes de acceder pudiera identiticar si el sitio al que puede acabar llegando puede o no ser interesante. Incluso para aquellos navegadores que proporcionan barras de navegación, podrían filtrarse los contenidos asociados a ciertas etiquetas o ser esta información también utilizada por software de control parental.
El proceso para pertenecer a este segundo colectivo calificador debería ser serio y podrían participar desde ONG's hasta asociaciones profesionales que quieran prestarse como voluntarios.
El esfuerzo de muchos pocos podría ser útil a la globalidad. No se cuanto de viable puede ser la idea desde el punto de vista técnico porque no conozco profundamente la mecánica de los buscadores y sus criterios de ponderación, pero si me imagino esto más cerca de la "Web semántica" que un examen basado en contenido y palabras sin un factor humano detrás que aporte conocimiento. Creo que colectivos a los que pertenezco como el "Colegio de Ingenieros de la Región de Murcia" o "Murcya" estarían interesados en participar. El esfuerzo sería, como internauta voluntario, dedicar 10 minutos al día o bien a localizar Webs o bien a calificarlas.
En España ya tenemos la ONG "Protégeles.com" trabajando desde hace tiempo en estos temas con iniciativas siempre muy interesantes.
A través de los comentarios se aceptan críticas y nuevas ideas. Ahora solo queda que empiece la cadena, así que siguiendo la primera regla de la Net-war, "pásalo".
4 comentarios:
Felicidades. Me parece una entrada con una propuesta interesante y arriesgada, de las que motivan a una rica reflexión.
La envío a Menéame y de paso te dejo al enlace a otra noticia muy relacionada que tambien he enviado hoy: una entrevista con Vinton Cerf (Vicepresidente y "Chief Evangelist" de Internet en Google) que propone un consenso global para legislar sobre internet, tal y como se hizo con el "derecho del mar".
El punto de conexión se ve cuando dice: "Si nos encontramos en una jurisdicción en la que no tenemos autoridad, nos encontramos frente a otro problema, pero, por lo menos, podemos intentar detectar e identificar a los que cometen estos abusos. Y cuando no podamos hacerlo, existe otra fuerza que podemos utilizar: suena débil, se trata de la “persuasión moral” y actúa como la gravedad, que es la más débil de todas las fuerzas atómicas. Puede ser poderosa en masa, si realmente persuadimos a las personas de que ciertos comportamientos son inaceptables, podemos, de hecho, impedirlos sencillamente haciendo que personas consideradas digan “No voy a hacerlo porque está mal”.
http://meneame.net/story/posible-derecho-internet-nivel-mundial
En tu caso añadimos a la persuasión moral un poquito de acción... y seguro que es más efectiva ;)
Muchas gracias.
Había leido la entrevista esta mañana y quizás la llevaba todavía fresca en el subconsciente cuando estaba escuchando la radio. Pero cierto es que muchos pocos tienen un gran poder. A eso sumamos los efectos "cadena de favores" y la explosión combinatoria se encarga del resto.
Esta estratégia funciona relativamente bien contra el phishing.
Ocultar estos contenidos a los buscadores no soluciona el problema.
El problema es que hay gente publicando estos contenidos, y que hay gente interesada en ellos, y con este tipo de censura (que no es marginación) el interés por estos contenidos no va a decaer.
Si realmente se quiere acabar con estos contenidos hay que EDUCAR y eliminar muchos de los estereotipos que utiliza nuestra sociedad, sin ocultar estos contenidos.
La medida no es infalible pero ataca un volumen importante del problema. Coincido contigo precisamente en esa falta de educación y estoy seguro de que quien busque con interés estas Webs las va a localizar, pero hay que intentar evitar que los menores accedan a estas Webs tan facilmente. Como ya he dicho, por desgracia con la legislación en la mano, estos contenidos no son (todavía) constitutivos de delito, por lo que la publicación por ahora, no puede ser prohibida.
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